Lo primero que he de decir, es que la categoría que le he otorgado a esta película es un poco demasiado para lo que es.
Si os digo que es la película más aburrida y chorra que he visto en mucho tiempo, no os engañaría. Y es que lo es.
Para todos los fans de Woody Allen, decirles, que si le idolatran que no vean la película.
Se hizo esta película porque Jason Biggs, el protagonista y reconocido por actuar en American Pie, era muy famoso en ese momento. Tanto es así, que hasta su personaje es judío, por lo que Jason, aún sin serlo en la realidad, ha tenido bastante éxito al tener un poco de parecido al estereotipo de un judío.
Una cosa sí diré, y es que no todo en la película es aburrido. Los personajes son muy particulares, cada uno a su modo. Desde el pardillo que no sabe decir que no, al lunático que tiene un arma en casa por si algún día la tiene que utilizar hasta la novia (con perdón) más puta y asquerosa que uno podría tener cuando encima de ser como es, te utiliza y te hace ver que eres el culpable. Si no fuese por esos personajes, creo que la película no se hubiera hecho.
Pero, bueno, como no me gustó nada la película no me estiraré más y os diré que no la veáis a no ser que tengáis muchas ganas, pero el resultado será el mismo o muy parecido al que he obtenido yo al terminarla.
Por cierto, añadiré un dato más. Fijaos si es aburrida, que la tube que parar como 8 ó 9 veces y me la he terminado en 5 dias. Y no pude dejarla por si al final se interesaba la cosa. Pero os aseguro que no cambió nada, salvo algún que otro giro en la historia, pero ya.
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